lunes, 21 de abril de 2008

Las desgracias ajenas

Cuando alguien cuenta una desgracia (aunque sea pequeña) en un grupo de oyentes siempre encuentras dos tipos de personas de las que estoy harto (hasta los putos cojones de Dios, coño).

La primera interrumpe al 'quejante' para indicar que tiene más motivos de sufrimiento que él. Las dos actitudes que desarrolla son: "Eso no es nada, mira lo que me pasa a mí", o "no te quejes tanto que a mí me pasa algo peor".
En ambos casos, esta persona, interrumpe al 'quejante' por lo que no puede saber cual es la queja.
Así pues es fácil deducir que lo que desea es quejarse sin que lo parezca y ser el centro de atención.

La segunda es la que, una vez terminada la conversación, se dedica a desacreditar totalmente al 'quejante'.
Unas veces se trata del "se lo tiene merecido" y otras del "a pesar de todo está mejor que nosotros". En ambos casos lo que hay detrás es algún sentimiento negativo hacia el 'quejante' o un deseo de quejarse más y ser el centro de atención.

Estoy harto de los que no pueden dejar que alguien reclame un poco de ayuda (suele ser para lo que sirve quejarse) y en vez de dársela tengan que quitarle el foco de atención por egoismo o para aprovecharse de la situación.

Estoy harto.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Te falta el tercer tipo. El que te escucha como el que oye llover y cuando has terminado ya ni se acuerda de que era lo que te pasaba.

Afortunadamente siempre hay gente que sabe escuchar, aconsejar y sentir empatía con el quejante, que si no ...

Saludines

Anónimo dijo...

Si no te quejas no estás vivo

Anónimo dijo...

Llueve en Galicia y leo tu mensaje. Como decimos por aquí: "tranquilo que ya escampará" Pero mientras ... un buen orujiño.

Anónimo dijo...

¿De qué te quejas orejas si las tienes como tejas?

jeje perdón pero no me pude contener.

Saludines

Anónimo dijo...

no te quejes tanto y escribe más

Anónimo dijo...

Si no nos gusta este mundo puede que encontremos algo que nos agrande aquí:

http://www.zonafandom.com/

Saludines

Anónimo dijo...

Aquí Picard... de toca-pelotas que follan poco está el mundo lleno... he dicho... voy a hacerme un cáfe bien cargado, que tengo una sobadera que me está matando...
Leer "Las partículas elementales", de Michelle Houellebecq...

Anónimo dijo...

Picard, te confundes del autor de "Las partículas elementales". El autor creo que es un tal Watson jejejeje

Saludines

Anónimo dijo...

¿Para cuando otro post?

Un abrazo a todos, Antonio

Anónimo dijo...

Más desgracias, o no

El marido de una Sra. estaba en estado de coma; salió y entró de ese estado por meses y, aún así, su mujer permaneció a su lado, todos los días.
Un día que él despierta, le pide a su mujer que se acerque y, con lágrimas en los ojos, le dice:
Sabes qué?, siempre has estado a mi lado en cada momento malo.
Cuando fui despedido del trabajo, me diste ánimo.
Cuando me divorcie de mi primera mujer, estabas tu al pie del cañon.
Cuando atropellaron al perro,nunca me falto una frase de aliento.
Cuando mi negocio quebró, estuviste ahí.
Cuando me dispararon, estuviste a mi lado.
Cuando perdimos la casa, te quedaste aquí mismo.
Cuando perdimos el resto de nuestro patrimonio en Bolsa., estuviste ahì.
Cuando mi salud empezó a decaer, estabas ahí mismo, a mi lado.
Sabes qué?
Qué, querido?, preguntó ella sonriendo, a medida que su corazón se llenaba de ternura................
Creo que me traes mala suerte... hija de puta.

Anónimo dijo...

Otra desgracia ajena:

Cuando tenia 14 años, esperaba algún dia tener una novia. Cuando tuve 16
tuve una novia, pero no había pasion. Entonces decidí que necesitaba una
mujer apasionada, con ganas de vivir.

En la facultad salí con una mujer apasionada, pero era demasiado
emocional.
Todo era terrible, era la reina de los dramas, lloraba todo el tiempo y
amenazaba con suicidarse. Entonces decidí que necesitaba una mujer
estable.

Cuando tuve 25 años encontré una mujer muy estable, pero aburrida. Era
totalmente predecible y nunca la excitaba nada. La vida se hizo tan
plomiza que decidí que necesitaba una mujer mas emocionante.

A los 28 encontré una mujer excitante, pero no pude seguir su ritmo. Iba
de un lado a otro sin detenerse en nada. Hacia cosas impetuosas y
coqueteaba con cualquiera que se le cruzara. Me hizo tan miserable como
feliz. De
entrada fue divertido y energizante, pero sin futuro. Entonces decidí
buscar una mujer con alguna ambición.

Cuando llegue a los 31, encontré una chica inteligente, ambiciosa y con
los pies sobre la tierra. Decidí casarme. Era tan ambiciosa que me pidió
el
divorcio y se quedo con todo lo que yo tenia.

Ahora, a los 40, me gustan las mujeres con tetas grandes y punto.

Anónimo dijo...

Por primera vez me han hecho reir las tetas gordas del informático

Anónimo dijo...

No sé si tener unos padres como estos es una desgracia no ajena o una bendición.

http://www.motoclubelfogonazo.com/level-one-human.jpg

Saludines

Anónimo dijo...

Buenas tardes,
solo deciros que ya estoy de nuevo por aquí, así que pasaros.
Y tú, escribe otra vez, anda majo, escribe otra vez.

Adios .

Anónimo dijo...

Pozi porque la verdad es que lleva sin actualizar nada meses.

Saludines